viernes, 30 de marzo de 2012

Casos y cosas en casa del dinero

          
               
Hay un mundo donde fui y no lo puedo olvidar
donde hay algo que es primero y por todos conocido,
por los que viven allá y por los que se han venido,
si allá no tienes dinero tampoco tienes amigos.
       
En ese mundo tan falso ese metal es primero,
al feo lo llaman bello elegante y distinguido,
sin títulos y sin dientes barrigón y embustero,
quién se atreve a rechazarlo si lo envuelve don dinero.
         
Hay un caso contundente actual y documentado,
una dama bien plantada y con presencia atractiva,
la sigue un enamorado con dones de buen señor,
pero la enloquece un viejo meciéndose en los ochenta,
que lo prefiere a su lado con dinero por montón.

Y para seguir contando queda mucho todavía,
padres pobres con sus hijos siempre les alcanzó el pan,
cuando los padres ya viejos que no tienen que gastar,
porque les falta el dinero del tingo al tango andarán.
              
Es una historia muy larga casi de nunca acabar,
de muchos protagonistas donde no hay que combinar,   
lo que tú quieres tener o lo que te pueden dar,
la carga de la vejez no es tan fácil de llevar.           

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

viernes, 23 de marzo de 2012

Tiempos de reflexión


Ahora quiero entrar en mi silencio,
para observar mis propias decisiones,
para traerlas luego a mi consciente,
y sólo al corazón pedir mis opiniones.

Nada puede privarme de ir a donde quiera,    
sin el temor de la inseguridad,
confiando siempre donde nada queda,
de mala fe, de odio y de maldad.

Sólo paz y amor para expresarlo,
con fraternidad y plena sencillez,
cada vez más creo en las acciones,
que se ejercen con sentido y madurez.

No importan tantos años ya vividos
para que nos engañen con su faz,  
aquellos que se sienten consentidos,
por su ambiente lleno de vanidad.
                                           
Yo he comido muchos cuentos y tienen sabor amargo,
pero me los he tragado por caída de la mata,
me agarran a sombrerazos y con la cabeza gacha,
los cuentos fueron un lazo y el sombrero lo he guardado.

Creo en el amor que viene por la  consanguinidad,
con los defectos que tiene por nuestra debilidad,
porque la sangre no es agua que nos la puedan cortar,
ni aún después que se seca el cordón umbilical.

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

viernes, 16 de marzo de 2012

Tú y yo, siempre las dos

                   

Juntas marchamos las dos
oyendo las melodías,
seguras de estar con Dios
en las noches y en los días,
forjando nuestra ilusión
amando a Santa María.
y…
La mejor madre del mundo
usted la personifica,
cuando alguien se te acerca
implorándote un favor,
le tiendes tu mano franca
alabando al  Creador.

Lucila Lárez Fariñas
de  Gutiérrez
Puerto. La  Cruz,  Dic.  1982.-

viernes, 9 de marzo de 2012

Tu silencio (canción)

           

Siempre vas tan callado, me agobia tu silencio,
contrastando el pasado cuando te conocí,
fue un encuentro casual y te acepté a mi lado,
porque con tus palabras me hacías muy feliz.

Te acepté como eras, no pedí explicación,
éramos dos extraños con ansiedad de amar,
no contaba el pasado en nuestros corazones,
importaba el presente que era felicidad.

El futuro fue un sueño, proyecto de los dos,
por el mismo camino por donde vas yo voy,
hacia un mismo destino seguimos el sendero,
y pasado ya el tiempo ese futuro es hoy.

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

viernes, 2 de marzo de 2012

Visión sabanera


La sabana y sus encantos
hacen que el alma se eleve
y nos llama a galopar
en un caballo que vuele.

En noches de clara luna
llega una brisa bien fría,
un canto de aves nocturnas
se escucha en la lejanía.

Al primer canto de gallo
me paré por la mañana,
en el lomo de un caballo
galopé por la sabana.

con el olor del mastranto
que lo ha mojado el rocío,
me fui trotando y trotando
hasta la orilla del río.

Allá me bañe en sus aguas
jugando con sus arenas,
disfrutando de la calma
donde se olvidan las penas.

Un concierto de cigarras
se escucha en el chaparral,
cuando el sol del medio día
brilla sobre el carrizal.

En la inmensidad del llano
el cielo toca los monte,
y se pierde la mirada
hacia extraños horizonte.

Cuando cruzaba el camino
estaba una garza morena,
por las orillas del río
caminando por la arena.

Cuando se ocultaba el sol
iba de vuelta al caney
recogiendo guayabilla
y recogiendo merey.

Tomé el agua cristalina
que sacamos del jagüey
con el sabor a resina
que le daba el curruqüey.

Se conserva en tinajón
el agua con la resina,
y es un purificador
de la salud campesina.

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

Luego de dos años...

No es fácil abrir la puerta de la antesala de una obra literaria cuando se trata de una primera edición. Sin embargo, la misma pasión y...