viernes, 29 de junio de 2012

Hoy comprendo mi error

        
 

Cómo pensar en ti sin sentir tu desprecio?
si fue lo que mató toda ilusión en mí,
fue una cruel pesadilla y al final desperté
para ver sin remedio el tiempo que perdí.

Hoy comprendo mi error y ya no importa,
los errores se pagan y soy buen pagador,
ha llegado el momento de dejártelo todo
quiero decir: las cosas que no esperan amor.

No toda mi actuación quedó en la nada
porque imprimí en mi entraña y corazón
el sello del amor que mi vida anhelaba
con tinta de mi sangre, la mejor impresión.

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez. 

viernes, 22 de junio de 2012

Oración a nuestro Padre Celestial

      
Padre Nuestro que quisiste darnos
la dicha de vivir para adorarte,
con alma y corazón llenos de fe
sabiendo que Tú estás en todas partes.

En la luz, en el aire y en las aguas,
en el fuego del amor Divino,
en la llama del saber y la virtud,
en las cuencas del bien y la justicia,
la fuente eterna que corre por vertientes
encausadas a nobles pensamientos,
de los seres fieles y constantes
que anteponen el ruego de un perdón,
y poder levantar su rostro ante Ti

para luego ofrecerte una oración.
¡OH Dios! de infinito poder,
que conoces nuestra imperfección,
que aún vigilantes para no ofenderte,
sin querer caemos en error.

Te pedimos Padre Omnipotente,
que si no merecemos acercarnos a tu trono,
dejes el pórtico abierto de tu templo,
para nunca dejar de contemplarte.

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

viernes, 15 de junio de 2012

Por Intuición

                      


Como todas las flores tuvo su primavera
su color, su fragancia, bañaban su ilusión,
su ingenuidad, su fe, hicieron que creyera
que tenía a su lado el verdadero amor.  

Que brotaba del surco llamado corazón
que regaba con agua llamada sentimiento,
pero la flor más linda también dura muy poco
y la piel de sus pétalos la arrugará el viento. 

Se fue la primavera, el verano, el otoño
y los árboles viejos con sus ramas caídas,
el vergel está allí con nidos perforados
sin las aves que ayer alegraron su vida.  

Su intuición no falló y el augurio certero
precisaba el momento el sitio y el lugar,
era su ángel guardián que así le llevaba
el mensaje de un mundo traicionero.  

Para corroborarlo se aferró a su sentir
para vivir en paz con la verdad,
para no lamentarse fue mejor prevenir,
es la sabiduría de una gran realidad. 

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

viernes, 8 de junio de 2012

Johanna Félix, Ana Rosa y Carolina


                    

Lirios, rosas y amapolas son ustedes
con su fragancia perfuman el amor,
que cautiva a mi alma soñadora
y alimenta a mi humilde corazón.
                                             
La férrea lucha de la conservación,
el temor de morir se encuentra impreso,
es lo común en la vida de los seres
en la hechura original de su comienzo.
  
Son el obsequio que expresa un sentimiento,
las flores dignas de gran apología,
reafirmando la sutil presencia del amor
que unido a la inteligencia es sinónimo sabiduría.
                                             
Cuatro letras vitales para sentir la vida
que son la esencia del  universo entero,
con su  mágico poder todo lo animan
del pecho nos arrancan mil te quiero.

Hice mío el mensaje que expresó la letra
y retorné a mi primavera y mis colinas
me figuré un remanso de aguas frescas
y nadé con Johanna Félix, Ana Rosa y Carolina.

Lucila Láres Fariñas
De Gutiérrez
Puerto La  Cruz, año 2004.-

viernes, 1 de junio de 2012

Mi última canción


      

Quise y te entregué mi vida entera            
quise cantarte mi última canción,
quise escribirte mi último poema
quise que fueras tú mi inspiración.

Quise que me abrazaras con ternura
quise que me trataras con amor,
quise ceñirme siempre a tu cintura
quise que alimentaras mi ilusión.

Quise sentir la caricia inesperada
quise sentir tu mano aliviando el dolor,
quise el beso espontáneo a tu llegada
quise ver tu sonrisa ofreciendo una flor.
              
Quise encontrar en ti mi alma gemela
quise que fueras ese sueño increíble,
quise ir de tu mano a donde fueras
quise enseñarte a ti mi alma sensible.

Quise vivir en ti con vehemencia                
quise hacer ¡cuántas cosas para dos!
quise ver en tu escenario la excelencia
quise sentir mi apoyo en tu actuación.

Quise las cosas que no tienen precio
quise esperar el tiempo necesario,
quise saber cuánto duraba tu desprecio 
y me quedé esperando año tras año.
                               
Quise alejarme para aliviar mi pena  
quise que oyeras mi última canción,
quise que leyeras mi último poema
quise que en tu silencio fuera una oración.
                   
Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

Luego de dos años...

No es fácil abrir la puerta de la antesala de una obra literaria cuando se trata de una primera edición. Sin embargo, la misma pasión y...